Se trata, según la formación política ecosocial, de un claro ejemplo de la caótica gestión del gasto en infraestructuras que vienen haciendo los partidos que históricamente se vienen alternando en el poder
Para la formación política EQUO la carretera de “El Burgado”, nexo de conexión entre los municipios de Los Realejos y Puerto de la Cruz, se ha caracterizado por la inoperancia de los grupos de gobierno de ambos municipios, así como por parte del Cabildo de Tenerife.
La reforma de la carretera ha supuesto un largo periodo de protestas de los vecinos y del sector turístico. Tuvieron que esperar varios años para ver la apertura de los escasos dos kilómetros de vía por la demora de las obras, y que a día de hoy, aún siguen esperando ver la conclusión definitiva de las mismas.
“Muestra de la improvisación y de la política populista que rodea esta obra es la peculiar solución a la puesta en servicio del alumbrado y que no era otra que la altruista intervención del alcalde de Los Realejos al comprometerse a adelantar desde su ayuntamiento el coste de la puesta en funcionamiento de la iluminación antes de finalizar esta año. A esto, el cabildo contesta que no lo admite y alude a razones formales y administrativas, pero en el fondo, solo se trata de que el PSOE y CC, que gobiernan el cabildo, no pueden permitir que un alcalde del PP se apunte ese tanto. Mientras tanto, los ciudadanos esperando la solución de este rancio politiqueo.
Para EQUO, el sistema de alumbrado tenía que estar terminado y funcionando desde la apertura de la vía, mientras que en estos momentos sólo sirve para sujetar algunas señales de tráfico que, desde luego, cuando funcione el alumbrado serán de las mejor iluminadas. En realidad, lo deseable sería que dichas señales se colocasen en unos soportes específicos con el tamaño, la altura y la distancia a la vía según la normativa.
Desde la formación ecosocial se reclama no solo la iluminación sino también elementos importantes que aún faltan para poder dar por concluida esta obra como es la habilitación de varios pasos de peatones en los cruces más transitados al igual que la instalación y señalización de una parada de guaguas en sentido descendente a la altura del Hotel Maritín y de las instalaciones deportivas de béisbol y fútbol ahí existentes.
Otro ejemplo de la improvisación y la falta de planificación es el desvío sufrido por esta vía sobre lo inicialmente previsto y que aún no ha sido explicado públicamente, tal vez sea por obedecer a razones inconfesable. Nos referimos al tramo que debería ir desde la rotonda que cruza la carretera de Las Dehesas hasta el encuentro con la carretera TF-320 y de ahí, hasta el ramal ya existente en la autovía TF-5 y que se encuentra al pie de La Montaña de Los Frailes en Los Realejos, junto al campo de futbol de La Vera. Este amplio ramal ha quedado inexplicablemente aislado e infrautilizado por la poco transparente e injustificada variación del trazado original.
En definitiva, la eterna e inconclusa remodelación del antiguo Camino del Burgado es para EQUO un ejemplo perfecto del mal que degrada el sistema democrático y que no es otro que la entrega al populismo, con el objetivo de permanecer en el poder, de quienes reciben el encargo de administrar lo público. A esto hay que sumar la habitual querencia a contentar intereses que más tienen que ver con lo privado que con lo público.